Unas veces me siento
como pobre colina
y otras, como montaña
de cumbres repetidas.
Unas veces me siento como acantilado
y en otras, como cielo azul pero lejano.
A veces, uno es manantial entre rocas
y otras veces, un árbol con las últimas hojas.
Pero hoy me siento apenas
como laguna insomne
con un embarcadero
ya sin embarcaciones;
una laguna verde inmóvil
y paciente conforme
con sus algas sus musgos y sus peces,
sereno en mi confianza
confiando en que una tarde
te acerques y te mires,
te mires al mirarme.
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