Querida Nancy,
hago una introducción a tu escrito
por lo que me ha conmovido.
Tienes la sensibilidad de tu Noviembre
y te apropias de él con toda la pasión
que tu ser guarda.
Gracias por compartir
tan hermoso sentimiento.
Yo, soy Marzo…
Marzo
Siento el viento de Marzo,
los ruidos distintos...
El sol pegando fuerte en los vidrios
viejos y finos
que tiemblan al mínimo roce.
Siento los vacíos que quedaron
y seguirán conmigo.
El tormento de comenzar de nuevo,
el riesgo a lo desconocido,
el ruego al universo
para que nada malo suceda.
Siento tanto cada minúscula situación
que me toca,
que desearía nacer de nuevo,
en otro cuerpo,
con agallas,
con una coraza de hierro
en donde nada pudiera filtrarse
y hacerme daño.
Siento el viento...
Y no puedo ubicarme en espacio y tiempo.
Retrocedo y me duele cada palabra
que la memoria me acerca
por más insignificante que sea.
Cómo me duelen!!!
Y cada año, el mismo trayecto
que me hace no querer despertar.
Siento ese mismo viento de Marzo,
ese de cada año
que me lleva a no poder recordar como llegué,
como no puedo salir de mi laberinto
y como quisiera estar en Noviembre nuevamente,
ese mes, mi mes, el más bonito para mí,
porque ahí, en Noviembre,
el viento es loco, fuerte y tibio
y me regala la libertad de otros meses...
En donde no tengo necesidad
de pensar en los días siguientes...
Aunque deba pagar por el hecho
de añejar en mi alma, un año más.
Nancy Bacre
Buenos Aires - Argentina