Tu abrazo vale más que mil palabras de amor
y tu olor, es bálsamo para mi dolor.
Tu voz, el elixir que aquieta mis ansiedades.
Se consume el tiempo, es cierto,
y partir, es una despedida.
Hace falta tu ternura.
Muchos caminos pedregosos debo recorrer
hasta llegar al jardín de flores y su aroma de vida.
Y mi canto a ella, será como acariciar tu rostro
y sentir tus sentidos estremecer.
Dame tu amor, es la única riqueza que atesoro.
Yvette Ruben
Muy bonito Ivette!
ResponderEliminarGracias por el comentario, estimado y misterioso desconocido.
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